La cooperativa de trabajo subte ya ha recorrido dos años de autogestión. No fueron dos años cualquiera. Fueron dos años con un contexto de crisis económica y sanitaria que también han puesto en crisis las estrategias de la izquierda y los movimientos sociales.

Las dificultades para la movilización callejera, las restricciones a la libertad de reunión, la virtualización del trabajo y la educación han quitado los soportes desde los que se articulaban las organizaciones populares para enfrentar el crecimiento de la pobreza y la precarización del trabajo y de la vida, que se han acelerado durante este período.

En este contexto hemos tenido la oportunidad de pensar y repensar estrategias de comunicación junto a otras cooperativas, organizaciones sindicales, referentes de la cultura y pequeños emprendimientos. Es emocionante ver que tantas personas han confiado en nosotres para trabajar asuntos tan sensibles.

Nos hemos propuesto construir un vínculo con las organizaciones basado en el diálogo y la reflexión colectiva, buscando que el desarrollo de cada pieza de comunicación sea un proceso de aprendizaje que aporte al fortalecimiento de capacidades autónomas. Esto ha significado un aprendizaje para la propia cooperativa. En ese sentido, nos propusimos registrar y sistematizar las experiencias desarrolladas. Además, comenzamos un proceso de formación interno, incorporando lecturas y discusiones que aporten a robustecer los fundamentos de esta práctica.

No tenemos la respuesta a cómo resolver todos los problemas de comunicación de las organizaciones. Estamos trabajando en hacernos mejores preguntas y nos interesa poner a disposición todos nuestros saberes y experiencias en juego para esbozar respuestas junto con las personas con las que trabajamos. Porque es a partir de ese diálogo que imaginamos que se producirán las transformaciones que necesitamos.

Las metodologías de trabajo colaborativo que nos interesa poner en práctica se proponen más abrir que cerrar procesos a lo largo de su despliegue. Esto produce algunas incertidumbres respecto a los resultados, pero abre oportunidades de reflexión y participación colectiva dentro de las organizaciones, y sobre todo abre la posibilidad de construir nuevas respuestas a nuestros problemas.

Abrimos este espacio para registrar y compartir algunas reflexiones sobre nuestra experiencia cooperativa, sobre las experiencias de autogestión, los proyectos de trabajo, los procesos colaborativos, las tristezas y las alegrías que atravesamos en este espacio autogestionado que estamos construyendo con tanto cariño.